PASTOR GENERAL: FREDY EDUARDO MARROQUÍN MIJANGOS

Nací el 18 de marzo de 1957, en el departamento de Chimaltenango, ciudad de Guatemala C.A. mis padres Feliciano Marroquín Arenales y Albertina Mijangos Pérez, mi familia en un inicio compuesta por seis hermanos sin embargo el señor JESUCRISTO llamó a su presencia a dos de ellos aun siendo niños llenos de inocencia.

En el aspecto religioso nuestra familia era absolutamente católica con devoción de asistir y participar aun de niño y jóven en costumbres y rituales de dicha religión tradicional, sin embargo llega el momento en que, tal y como sucede en el crecimiento y desarrollo de las ciudades, a nuestra ciudad llegan la música extranjera, la droga, la apertura desmedida de antros de perdición, y sin una fortaleza espiritual verdadera, nuestros instintos fueron presa inmediata del diablo para empezar a hundirme en los vicios y delincuencia propios de esos años. Fue toda mi juventud compartida con amigos que ya no nos saciaba un cigarrillo de tabaco ni de marihuana sino buscábamos algo más que pudiera saciar el vacío en nuestro corazón y fue así como empezamos a ingerir LSD (tableta de toda clase de estupefacientes). Considero que tal y como hoy en día hay tanta drogadicción de jóvenes y adultos, en nuestros años éramos muy notorios debido a que en nuestra ciudad la población era muy escaza y por lo mismo el rechazo social era inminente; pero cual podría ser nuestro fin en esos caminos, la cárcel, la muerte; pero hoy entiendo que no era la muerte física simplemente sino LA MUERTE ETERNA.

Mi madre en el afán de darme una salida a mi esclavitud me llevaba con brujos, espíritistas, y todo lo que tiene que ver con lo oculto, hundiendome cada día más y más en mis pecados. Transcurría el 21 de septiembre de 1977, mientras fumábamos un cigarrillo de marihuana con mis amigos en una esquina donde hasta el día de hoy está ubicado el templo de la Iglesia de Dios Evangelio Completo; la mirada de mis ojos perdida en el vacío reflejaban mi infelicidad y en el silencio de la noche escuche las alabanzas que provenían de una pequeña iglesia y sin poderlo explicar algo me atrajo hasta ese lugar, me senté en una de las últimas bancas, otro compañero de vicio Raúl Quiñones pasó hasta la primera banca del pequeño templo; el culto estaba por terminar, despúes me dijeron que lo que hacían era pasar lista y cuando decían el nombre de alguno el tenía que responder con un versículo de la Biblia; el pastor dijo su versículo: "todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le hecho fuera. Juan 6:37" ese versículo tocó mi corazón, supe que Dios no me despreciaba, podia ser despreciable para otras personas incluso para algunos de mis familiares pero no para Dios, ¡El me amaba! el pastor me invitó a pasar al frente, y después de una breve oración, donde sinceramente no sentí nada, no llore, pero al levantarme de la oración yo era una nueva criatura hasta el día de hoy. De esta manera llega CRISTO a mi prisión y me da la libertad que yo tanto anhelaba.

Ese día llegué temprano a la casa cosa que yo nunca hacía; al día siguiente al levantarme me doy cuenta que debajo de mi almohada tenía una onza de marihuana y también una Biblia y un himnario los cuales me regalaron dos hermanos; ya no necesite más la marihuana y de inmediato recordé lo de la noche anterior empecé a leer el himnario y el primer himno que yo leí fue este "Embajador que a Cristo Representas" como Dios diciéndome que a eso me había llamado. Fue tan grande la obra que el Señor hizo en mí que al día siguiente dos horas antes del culto yo ya estaba esperando que abrieran el templo.

A los cuatro días que yo le había entregado mi vida a Cristo vino el primer obstáculo en mi casa, mi madre al enterarse de lo que había hecho decidió que me tenía que largar de la casa, diciéndome que prefería verme en las tabernas con mis amigos que en un templo protestante, lo peor que había hecho era convertirme en un evangélico y que ahora era la vergüenza de la familia y que ya no me quería ver; lo que yo le dije fué de que si ahora ya no le agradaba porque ya no fumaba , ya no tomaba, ya no me drogaba y ya no era un trasnochador que con gusto me iba de la casa, pero que lo que yo había encontrado era superior a las drogas que yo comsumia y cuando estaba apunto de irme de la casa entro mi padre y pregunto que era lo que pasaba porque mi madre estaba en llanto como si alguien se hubiera muerto y al enterarse mi padre de lo sucedido dijo: Mira mijo en esta casa mando yo y si vos te sentis bien ahí donde estas segui adelante y fue asi como empezó en mi vida un proceso que duraría por lo menos 5 años en mi familia siendo yo el único convertido a Cristo, pero la gracia de Dios me dio la fortaleza para seguir adelante y seguí caminando, semanas y meses entregándome a horas de oración y ayuno. Mi vocación de servirle a Cristo se inicia desde hacer limpieza en el templo, posteriormente dar la escuela bíblica de niños, y también dirigir las alabanzas; En Noviembre de 1977 iniciamos el Grupo Cristiano Apocalipsis con el cual Dios nos abrio puertas en toda la republica de Guatemala cantando y alabando el nombre de Cristo, teniendo la gran bendición así de conocer a grandes siervos de Dios tales como el Hno. Lázaro Santana ahí en esas actividades conoci al Hno. Everardo de Jesús Chamalé, Hno. Mario Rolando Paiz y otros más, junto a ellos vimos la mano poderosa de Jesucristo salvando almas, sanando a los enfermos y cumpliendo así su palabra.  En marzo de 1978 soy nombrado Pastor itinerante de la Iglesia de Dios en el municipio de san Andrés Itzápa, al cual durante dos años de Lunes a Domingo, de Enero a Diciembre, invierno y verano protegido únicamente con un sombrero y una abrigo caminé a pie 9 kilometros para llevar la palabra de Dios a los hermanos de ese tiempo, posteriormente en el año de 1980 fui nombrado para abrir una obra nueva en la ciudad de Antigua Guatemala. (Una de las ciudades más católicas de todo Latinoamérica).

Luego de perseverar durante cuatro años en la Iglesia de Dios Evangelio Completo, una mañana estando yo en ayuno y oración EL SEÑOR me llama a iniciar una obra nueva y esto fué lo que literalmente me dijo: Hoy te sales de aquí, le agradeces a tus pastores, vas a iniciar una obra nueva yo voy a estar contigo y te voy a prósperar y fué asi como el día 5 de octubre de 1981 teniendo en contra todo prejuicio humano, pero con la bendición grande de DIOS, decidi obedecer lo que el Señor me ordenaba, agradeciendole a mi pastor Duncan Madrid y su esposa Rosita de Madrid les dije que Dios me llamaba a iniciar mi ministerio y fué así como sin tener un templo, sin tener miembros (porque no dividi ninguna iglesia), sin mobiliario, pero con una gran Fe que el me había hablado y llamado es Fiel  se inicia La Iglesia Evangélica Pentecostés La Restauración y es a partir de allí cuando comienzo a conocer más la gracia de DIOS. Cabe mencionar que en el caminar de esta vida Dios ha puesto a personas que han sido fundamentales en mi formación y una de esas personas fué el Hno. Ángel Arturo Sulecio, Dios utilizó a este hombre para hablarme todo lo que hasta el momento ha hecho el Señor en mi ministerio, más que un instrumento de Dios para mi vida fué un amigo, como un padre para mí y como siempre lo he dicho todo lo que soy se lo debo a Dios primeramente, pero Dios utiliza el elemento humano para perfeccionar a sus santos y el Hno. Arturo fué esa persona que Dios puso en mi camino, solo Dios sabe la falta que me hace, pero estoy seguro que un día nos encontraremos en la presencia del Señor. Llego el 3 de julio de 1982 y con ello la consumación de mi vida de noviazgo con la persona que DIOS había escogido para ser mi compañera como esposa en este precioso camino del servicio a Dios, fue así como en esta fecha contrajimos matrimonio con Rubia Juárez Montufar persona que debo mencionar que gracias a la voluntad del SEÑOR es y ha sido la fiel y verdadera compañera para un siervo de DIOS pues ella se entrego a JESUCRISTO mucho antes que yo el 18 de Agosto de 1974 y quien después de esa transformación que solo JESUCRISTO da, dedico su juventud por completo al SEÑOR; teniendo ella ese deseo desde muy pequeña de agradar a Dios en su ceguera espiritual una semana antes de conocer a Cristo ella había ya hecho la solicitud y llenado papelería para formar parte de un convento de monjas, pero Dios que conoce los corazones vio su sinceridad de querer servirle y envió a un su siervo Hno. Pepito Berrios a realizar una campaña en una escuela muy conocida y es ahí donde Dios se revela a la vida de mi esposa.  Tal y como sucede en algunos casos nuestra vida matrimonial empieza llena de escases y pobreza material, pero llena de DIOS en nuestros corazones y con el único objetivo de Servirle al SEÑOR; Puedo encontrar como fiel testigo de mi dedicación al SEÑOR esos bosques en muchos de los lugares por donde no importando las inclemencias del tiempo nuestro anhelo era de entrar en una perfecta comunión con CRISTO o de rodillas enfrente a una silla o banca, pero hoy sigo dando gracias a DIOS por todos esos momentos y los actuales. Transcurría el 6 de marzo de 1984, y estando en oracion junto al Hno. Arturo Sulecio y Hno. Enrique Aragón el Señor me habla por medio del Hno. Arturo y me dice: "Yo puedo darte un ministerio cómodo como el que tu quieres, pero mi perfecta voluntad para tu vida es un ministerio con cruz; escoge ahora y dime que es lo que quieres". recuerdo perfectamente aquel día cuando mi respuesta fué de aceptar el ministerio con cruz, mucho antes de lo que yo me imaginé empezó la “Prueba de fuego” ese mismo día mientras yo almorzaba se adormeció mi lengua al estar comiendo y en las siguientes horas poco a poco perdi la falcultad de poder moverme, quedando completamente paralítico; rapidamente mi familia me traslado a un hospital, cuando el Dr. especializado en Neurología vio el estado en el me encontraba dio ordenes para que me pasaran rapidamente a realizar los respectivos examenes; el doctor dijo que lo que me había dado era una enfermedad que se llamaba sindrome de Guillain Barre.  Todo el panorama se tornaba oscuro para la ciencia médica  llegando a la conclusión que me quedaban 48 horas de vida, argumentando que la paralisis llegaría al los bronquios y tendría que morir asfixiado, pero la mano de DIOS se manifesto una vez más y pude superar esas horas, despues que pasaron varios día el Neurologo decidio darme de alta y fué así como durante los próximos meses se inicio el proceso de recuperación; parecia algo imposible porque el doctor había dicho que si yo había logrado sobrevivir era realmente un milagro, pero que no nos hicieramos ilusiones en que yo pudiera caminar otra vez; podría verse imposible pues sobrevivía en los movimientos motores de mi cuerpo, con la ayuda de varios hermanos; una silla de ruedas me acompaño durante esos largos ocho meses de prueba y en los cuales mi confianza siempre fue puesta en JESUCRISTO.  Si el haberle predicado a una sola persona durante seis meses al inicio de mi ministerio fue objeto de menosprecio para algunos, el estar postrado en una silla de ruedas sin acciones voluntarias fue objeto de una constante burla y compasión de muchas personas, es por ello solo JESUCRISTO me pudo sacar de dicho estado y fue así como el día miercoles 31 de Octubre de 1984 que nuevamente el SEÑOR nos habla con mi esposa y nos dice: "La prueba termino ganaron el examen, desde hoy los voy a comenzar a bendecir". En poco tiempo recupere mis movimientos y facultades físicas en un alto porcentaje, dedicándome siempre por completo al ministerio al cual fui llamado. En todo este caminar de aproximadamente 33 años siempre ha sido una prueba constante de mi FE. Con todo este cumulo de años sirviéndole al Señor y una comunión diaria con ÉL debo reconocer que ha seguido perfeccionando la obra que un día inicio en mi vida añadiendo lo que tiene que añadir y quitando lo que tiene que quitar en mí para su gloria.

Es así como debo afrontar otra prueba más cuando el 14 de enero de 2009 EL SEÑOR llama a su presencia a mi segundo hijo Jonathan Eduardo, quien luego de sufrir una enfermedad durante cinco años partio para el hogar eterno con Jesucristo. No ha sido fácil para mí ni para los miembros de mi familia afrontar esta situación pero el Señor nos ha fortalecido; los recuerdos que dejo Jhonathan Eduardo en nosotros perduraran por el resto de nuestras vidas, y tengo por cierto que seguiremos trabajando en la obra que un día Dios me mando hacer, treinta y tres años han transcurrido de cuando el Señor me encontró y puedo decir con certeza que solamente por la misericordia y gracia de DIOS soy lo que soy, la partida de Jonathan Eduardo a la presencia de DIOS fue como un medio que Dios usó para que más de 180 almas se entregaran a JESUCRISTO inclusó el mismo día que velabamos a mi hijo,  para mí es motivo de gozo pues a causa de esta prueba  la familia completa de mi hermano menor (Felipe) se entrego al SEÑOR; esto me da muestra de que mis oraciones por más de treinta y un años fueron escuchadas. Este breve relato de mi vida se queda corto de las inmensas vivencias que JESUCRISTO me ha permitido tener desde esa noche en que un pastor puso sus manos sobre mi cabeza y oro por mí.